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ROSA MARIA ARANDA, VISTA POR JAVIER ORTEGA

Una prolífica escritora adelantada a su tiempo
JAVIER ORTEGA

Fue una mujer polifacética, moderna, independiente y autodidacta, que cultivó la novela, el cuento, la poesía, la entrevista, el reportaje y el artículo periodístico en varios medios. La escritora Rosa María Aranda Nicolás falleció el pasado miércoles en Zaragoza a los 85 años. Estaba viuda de Fernando de la Figuera, militar y escritor, y tenía cinco hijos.

Su trayectoria vital comienza en Zaragoza, su ciudad natal, sigue en San Sebastián, a donde se trasladó muy pronto la familia, después en Madrid y el estudio de pintura de su hermana Pilar, cita de artistas, y otra vez de vuelta a la capital aragonesa.Fue amiga de infancia, entre otros, de Camilo José Cela y de Amparo Rivelles. Se confesaba enamorada del Mediterráneo, junto al que pasaba temporadas y es escenario de alguna de sus obras.

La joven Rosa María Aranda trabajó de dependienta en la tienda familiar y como enfermera en diversos hospitales. Fue una gran deportista, que practicó el esquí y la natación. Compitió en los campeonatos de España de natación con la selección aragonesa.

Y sobre todo era escritora, una actividad que ejerció hasta sus últimos días. Comenzó muy joven influida por la gran afición a la lectura que le inculcó su madre. En su último libro de memorias, titulado Paisajes internos. Anecdotario vital (Biblioteca Aragonesa de Cultura, 2003), señalaba: «Soy una escritora de vocación.Empecé muy jovencilla. He escrito comedias en prosa y dramas en verso, revistas atrevidas para vedettes y graciosos profesionales, novelas, relatos cortos y largos, poemas y artículos periodísticos con temas para todos los gustos: sobre fútbol, sobre deportes, sobre cosas que pasan todos los días, entrevistas a gentes famosas; he dado charlas y conferencias, he asistido a tertulias, sesiones de lectura de poesía, mesas redondas.»

Su primera novela, Boda en el infierno, fue llevada al cine con éxito de público. De la siguiente, Cabotaje, también vendió los derechos pero no se hizo la película. «El tema era el tráfico de drogas. O sea, que me anticipé, porque en los años 1942-1943 nadie hablaba de ese asunto ni apenas lo conocía el público normal», relataba. Le siguió Tebib, y en 1950 escribió El grito, que quedó finalista en cinco premios importantes pero, por problemas con la censura, nunca llegó a publicarse aunque la rescribió hasta tres veces. «En aquellos tiempos, alrededor de 1950, era demasiado un abandono del hogar marital y los hijos, un suicidio y un apasionado amor fuera del matrimonio», recordaba.

Otras de sus novelas son Con los ojos vendados y Medio millón y un piso. Paralelamente publicó artículos en periódicos y revistas como El Noticiero, Amanecer, Zaragoza Deportiva y Cierzo, y cuentos en El Español, Lecturas y Estafeta Literaria. Además participaba en las tertulias de Radio Zaragoza y era miembro de la Agrupación Artística Aragonesa y de las tertulias de Teatro y de poesía Miguel Labordeta del Ateneo zaragozano.

Alguien en alguna parte recibió en 1984 el premio de novela Ciudad de Calatayud, y en 1988 obtuvo el premio Constitución de novela de la Junta de Extremadura por Esta noche y todas las noches.Fue finalista de otros galardones como el Nadal, Café Gijón, Ondas o el Ateneo de Madrid. Publicó algunos libros de poesía como Tiempo de cristal y Fiera solitaria. Una calle en Zaragoza lleva su nombre.

Rosa María Aranda, escritora, nació en 1920 en Zaragoza, ciudad en la que falleció el 21 de septiembre de 2005.

4 comentarios

BLANCA DE LA FIGUERA FACERIAS -

Me parece vergonzoso el comentario que se ha escrito suplantandome, ese de "era mi abuelita pero no era tan puta como yo". ES DENUNCIABLE Y LO VOY A INVESTIGAR: ERA MI ABUELA Y UN ORGULLO, ERA MARAVILLOSA.......

Blanca de la Figuera Fascerías -

Era mi abuelita,pero no era tan putacomo yo!!!

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Excelente escritora ella, he leido mucho sobre ella y es sencillamente asombroso con la facilidad que ella elabora temas y los extiende.

00p -

todos son putos